Las presentaciones primero...

Silvia y yo trabajamos juntas desde 2006 por intereses comunes en cuanto al Arte. O eso es lo que solemos escribir en los statements, sin embargo, las cosas son más complejas y más bonitas.

Cuando conocí a Silvia yo estaba en un intersticio vital. Los intersticios son espacios muy pequeños entre dos partes. Yo había empezado Bellas Artes con la intención de estudiar diseño. Pero cuando te das cuenta de que leer quince libros de teoría del Arte te produce mucho más placer que imaginarte maquetando revistas, es que hay algo que no tenías previsto. El Arte es una cuestión de Fe. Y fue precisamente esa Fe la que me hizo caer en aquel bendito intersticio. Así, me debatía entre la decepción que suponía ver la falta de honestidad en cuanto al trabajo artístico que había a mi alrededor y la frustración de que el resto del mundo viera en otras prácticas creativas más "utilidad"

Defender las ideas es algo realmente agotador y la cuestión del Arte se había convertido en algo demasiado personal. Silvia llegó en aquel preciso momento, y fue una de las pocas "transfusiones" que se me han ofrecido en toda mi vida. Fue, de hecho, un intercambio justo. Sobra decir que nos quedamos en el intersticio. Y sí, en cada píxel que nos separa, hay amor, o como me dicen por aquí "we are engaged (to Art)"